Amando en el mundo.

La he aprendido hace unas pocas horas, como consecuencia de un regalo que me ha hecho una amiga muy especial: un osito de peluche.

¿En qué consiste esta forma inesperada de amar? Es muy simple. Tienes que elegir una mascota, peluche, o algo que nos permita transmitir cariño, emociones y pensamientos positivos.

El ejercicio consiste en pensar que este peluche (pongo como ejemplo mi caso) es el reflejo del mundo entero que nos rodea. A partir de esta simple premisa, tenemos que aprender a apreciarle de la forma que desearíamos hacerlo con el resto de personas, seres y esencia de nuestro entorno.

El beneficio del ejercicio radica en que debemos desarrollar una forma de ver la vida global, y nuestro amor por el prójimo debe ser aplicable al mundo entero, sin distinciones. Cada persona, cada animal, o parte de la naturaleza, lleva en su interior la misma esencia que nuestra mascota o peluche, y debemos valorarlos y cuidarlos como tales.

Por otro lado, pese a que dar cariño a un peluche no tenga ningún efecto sobre nuestro entorno (aparentemente), en realidad entrenamos a nuestro espíritu para encontrarse en un estado positivo de amor/aprecio.

Recuerdo lo que algún otro día ya he comentado (y añado algunas cosas):
1 - Para nuestro cerebro es imposible encontrarse en un estado de sentimientos negativos (miedo, o derivados) siempre que estemos sintiendo amor/aprecio
2 - Somos seres de costumbres, y si conseguimos mantener nuestro pensamiento positivo favorecerá encontrarnos en ese estado cada vez más tiempo
3 - Nuestro organismo segrega sustancias y favorece procesos saludables cuando realizamos el ejercicio de amar o apreciar, al tiempo que nos libera de las emociones negativas, lo cual repercute muy positivamente en la salud tanto física como psíquica.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Template by:

Free Blog Templates